Llega la época más bella del año donde todo cambia de color, olor y sabor…. Sí, me refiero a las vacaciones, a mis vacaciones para ser más exacta. Ese tiempito que tienes para olvidarte del mundo y descansar en los brazos de Morfeo, deleitándose con un margarita a la orilla del mar o en el peor de los casos con un piña colada junto a la piscina de un hotel melgareño, sin importar las circunstancias, son vacaciones y espero descansar de todo; tener tiempo para revisar mis prioridades, mis habilidades y debilidades, determinar cuales me agobian, que es lo que me hace sentir mal… claro, tengo definidas dos que tres desde hace tiempo.
Una vez detectados esos sentimientos y situaciones, entrare a solucionarlos inmediatamente y desde ese punto y siguiendo el consejo de un buen amigo empezare a hacerle caso a mis instintos… a las corazonadas.
Empezare a cultivarme y estaré por encima de personajes y situaciones complejas que hasta el momento me han ganado la partida…
Amanecerá y veremos pero es el punto de partida para disfrutar mi tiempo a solas (bueno si no consigo un modelo como el de la foto para pasarlas).