Después de un muy acertado comentario de cierta amiga me he dado cuenta que he estado todo este tiempo buscando algo que se encontraba en mi. Solo es necesario en algunas ocasiones un buen baldado de agua fría para despertar o un buen golpe para reaccionar, sin importar lo que sea he despertado de la pesadilla en la que me encontraba y me he dado cuenta que no quiero llenar un vació porque lo que en realidad necesito es tener alguien con quien compartir lo que soy y lo que tengo, sí, lo que tengo porque tengo muchas cosas para dar y convidar, tengo besos y caricias guardadas que no he querido compartir por miedo a salir herida, tengo tiempo para malgastar -si ha de ser de esa forma-, conocimientos por adquirir, deseos de retroalimentarme con una persona que así lo desee. Así que de ahora en adelante queda abierta la convocatoria a cualquier hombre que desee compartir tiempo, conocimientos, afecto, libertad, que quiera ser cómplice de mi vida, que desee y acepte cariño y que bese bien.
