lunes, diciembre 12, 2005

Y, sí valiera la pena?



Como se puede determinar quien es y no es un buen hombre, si el concepto se ha distorsionado tanto últimamente, nuestra amada familia nos hace creer, desde muy pequeñas, que un buen hombre es aquel que puede brindarnos el abrigo, el pan, los hijos, las comodidades y es la mano que sostendrá nuestra copa y la llenara, pero es realmente necesario todo esto. Se ha degenerado tanto nuestra propia estima que el hombre que ha de compartir nuestras vidas será uno guapo, de opacos ojos azules, mirada perdida en la entre pierna de alguna desconocida, sus bolsillos llenos y nuestra cama vacía. Hemos dejado que la sociedad determine cual es nuestro pensamiento y permitimos así que nuestro propio futuro se vea afectado por lo realmente sin importancia. Y porque los hombres buenos, los que realmente valen la pena y los que no la valen, buscan lo efímero y la vació, es acaso que nosotras con nuestro modo de actuar permitimos que suceda, que proyectamos la imagen con la que fuimos educadas y no permitimos que vean en nuestro ser algo más, lo que realmente somos y no queremos mostrar, aquello que ocultamos tras una cortina de humo, maquillaje, silicona y sonrisas falsas.